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Cien días del nuevo Gobierno de Salto

Por Carlos Silva
Cien días pueden parecer poco tiempo en la vida de un gobierno, pero bastan para mostrar el rumbo, las prioridades y la forma de hacer las cosas. En Salto, el Intendente Carlos Albisu ha iniciado su gestión con señales claras: orden, trabajo y compromiso. Después de años difíciles, el departamento empieza a recuperar confianza, dinamismo y esperanza.
Desde el primer día, el nuevo gobierno marcó una diferencia, se comenzó a hablar de planificación, de trabajo en equipo y de cercanía con la gente. No se trata solo de administrar, sino de gobernar con propósito, de poner en marcha una gestión moderna, transparente y eficiente. La premisa ha sido clara, cada acción, por pequeña que sea, debe mejorar la vida de los Salteños.
En estos primeros meses, se avanzó en la reorganización interna de la Intendencia, en la recuperación de servicios esenciales, en la mejora del alumbrado, la limpieza y el mantenimiento de los espacios públicos. Se retomaron obras que estaban detenidas y se planificaron otras nuevas con una visión integral del desarrollo. La presencia activa de los jerarcas en el territorio y el diálogo con los funcionarios marcan una nueva etapa en la relación con la gente y con los propios trabajadores municipales.
Pero más allá de los números y las obras, hay algo que se percibe en el ambiente, Salto volvió a creer en sí mismo. Hay otra actitud, otro espíritu. Las puertas de las oficinas están abiertas, los vecinos sienten que son escuchados y que hay voluntad de resolver los problemas. Esa es la verdadera transformación, volver a generar confianza, volver a sentir orgullo por lo que somos.
La Coalición Republicana, que une a distintos partidos bajo una misma visión, ha demostrado que se puede trabajar en conjunto por un objetivo mayor, el bienestar de Salto. En estos cien días se han visto señales de unidad y responsabilidad, valores que serán fundamentales en todo este período de gobierno. La política, entendida como servicio, es el camino que este nuevo tiempo propone.
El Gobierno del Bicentenario comienza con bases firmes. Lo que se ha hecho en estos primeros cien días no es más que el punto de partida de un proyecto mayor, devolverle a Salto su lugar de liderazgo en el país, atraer inversiones, generar empleo y recuperar el sentido de pertenencia que alguna vez nos distinguió. Porque gobernar también es construir futuro, y el futuro empieza con hechos concretos, con decisiones y con compromiso.
Cien días después, el mensaje es claro: Salto renace. Renace en su gente, en sus calles, en sus instituciones. Renace con la fuerza de quienes creen que este departamento puede volver a ser ejemplo para el país. Y ese renacer tiene un nombre: compromiso, trabajo y esperanza. Es el comienzo de un tiempo nuevo, donde cada paso reafirma una convicción, que juntos, con orgullo y unidad, estamos escribiendo la historia del Gobierno del Bicentenario.