La canasta de frutas se amplió esta semana con la incorporación de las primeras partidas de melones provenientes del Litoral Norte, cultivados bajo sistemas de protección. 
Los envíos se caracterizan por calibres grandes y buena calidad comercial, marcando el inicio formal de la zafra de melones en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM).
El precio promedio se ubicó en $100 por kilo, lo que representa una baja de 12% respecto a la semana anterior, mientras que el volumen comercializado aumentó significativamente, con un crecimiento de 596%, hasta alcanzar 87 toneladas. Este fuerte incremento responde al ingreso inicial de la cosecha en la región norte del país.
Frutillas
En paralelo, la frutilla registró un aumento de 51% en su precio promedio, alcanzando los $103 por kilo, al tiempo que la oferta cayó 30%. La menor disponibilidad se explica por la retracción de la producción en el Litoral Norte y el descenso de las temperaturas, factores que limitan la floración y el rendimiento del cultivo.
Sandías
Por su parte, las sandías -también originarias del Litoral Norte- comenzaron a ingresar al mercado con mayor volumen y precios más moderados. En total, se comercializaron 228 toneladas, un 40% más que la semana anterior, mientras el precio descendió 7%, ubicándose en torno a $51 por kilo.
Tomate
En el rubro de hortalizas de fruto, la tendencia general fue de descenso en los precios, acompañando una menor demanda estacional. El tomate cayó 50% y se posicionó en $50 por kilo, pese a un leve aumento del volumen, que alcanzó 479 toneladas.
Morrones
El morrón rojo fue la excepción dentro del grupo, registrando un incremento de 34% en su precio, hasta $160 por kilo, debido a la menor disponibilidad y a problemas de calidad en los ingresos. En cambio, el morrón verde bajó 19%, ubicándose en $69 por kilo.
Zapallito y pepino
El zapallito y el pepino también mostraron descensos en sus cotizaciones, con caídas de 24% y 23%, respectivamente. En contrapartida, el calabacín presentó una suba de 51%, alcanzando los $31 por kilo, impulsado por una reducción en la oferta y deterioro en la calidad de los lotes disponibles.