El debate sobre la salud mental en Uruguay cobró una nueva y urgente dimensión tras la categórica publicación del diputado Horacio de Brum en sus redes sociales. Bajo la elocuente frase: «A veces no estamos bien... y no es tan fácil pedir ayuda,» el legislador puso el foco en las deficiencias del sistema de salud a la hora de atender una problemática que, según sus palabras, afecta a un número creciente de ciudadanos. En la ornada de ayer se conmemoró el Día de la Salud Mental, razón por la que se hicieron varias actividades una de ellas en plaza Artigas por parte del Hospital Salto, dese su servicio de asistencia “El Amparo”.
ANSIEDAD, TRISTEZA Y SOLEDAD
De Brum denuncia que la sociedad uruguaya experimenta un aumento en los niveles de ansiedad, estrés, tristeza y soledad. Atribuye parte de esta realidad a la paradoja de la «hiperconexión» que, paradójicamente, genera mayor aislamiento, al agotamiento derivado de los problemas económicos y a la falta de tiempo para la escucha y el diálogo.
UN «MURO» EN EL SISTEMA
El punto central de su crítica no es solo la creciente necesidad de apoyo psicológico, sino la paupérrima respuesta que encuentran quienes deciden buscar ayuda. El diputado describe el acceso a la atención como un verdadero «muro» de obstáculos:
- Escasez de profesionales: «Muy pocos profesionales,» sentencia De Brum, señalando la falta de especialistas para cubrir la demanda.
- Esperas y sesiones limitadas: Las «esperas larguísimas» y el tope de «apenas unas sesiones al año» son vistas como insuficientes e inhumanas ante la gravedad de algunos cuadros.
- Servicios «limitados y mal organizados»: Una crítica directa a la estructura y gestión de los recursos dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). «Así, simplemente no alcanza,» afirma el legislador, subrayando la urgencia de una reforma en la priorización de los recursos.
LLAMANDO A LA PRIORIDAD
El mensaje del diputado culmina con un contundente llamado a la acción dirigido a las autoridades sanitarias: «Necesitamos que el Sistema Nacional de Salud priorice este tema. Que haya más acceso, más recursos, más humanidad». Argumenta que la salud mental no es un apéndice de la salud física, sino un pilar fundamental del bienestar. «Cuidar la mente es tan importante como cuidar el cuerpo,» afirma, advirtiendo que «sin salud mental, no hay bienestar real». La publicación cierra con una poderosa reflexión: «No podemos seguir ignorando lo invisible. No está bien que sentirse mal sea tan difícil de entender,» poniendo sobre la mesa la necesidad de desestigmatizar la enfermedad mental y garantizar que el apoyo sea accesible, oportuno y eficaz. La publicación de De Brum reaviva la presión sobre el gobierno para que la salud mental escale al tope de la agenda de políticas públicas.