Dr. Fulvio Gutiérrez
Ha transcurrido un poco más de seis meses, desde que el Frente Amplio asumió el gobierno de nuestro país, y lo que la ciudadanía toda ha notado es un estado de pasividad poco usual, mucho discurso y muchas excusas, y nada de concreción de los proyectos que fueron sus propuestas de campaña. Y demasiados gastos. Es cierto que el gobierno estaba elaborando su presupuesto quinquenal, lo cual es razonable. Pero al margen de eso, en el correr de estos primeros meses, he visto con preocupación, la ocurrencia de una serie de sucesos protagonizados por altos jerarcas del gobierno, que, en verdad, dan vergüenza.
Para empezar, y siguiendo la costumbre del senador Andrade, que fue descubierto como deudor de tributos al Estado por haber construido una casa sin pagar los aportes que correspondían, la designada Ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, fue protagonista de hechos similares. La irregularidad fue denunciada, en primera instancia, por un medio de comunicación, y la Sra. Cairo aceptó públicamente su falta en el mismo medio, y hasta organizó un insólito recorrido por las cuatro casas que tenía en infracción, acompañada de medios televisivos que, por lógica, lo permitió ella misma. Luego, renunció. Después le tocó el turno al director de la Oficina Planeamiento y Presupuesto, RodrígoArim, por una situación parecida a las anteriores, aunque no se sabe en que terminó ese tema, si se pagó o no los aportes adeudados.
Después, el Ministro del Interior Dr. Carlos Negro comienza su tarea reconociendo que la guerra contra el narcotráfico estaba perdida, lo que, por sentido común, jamás debió hacer. Para colmo, luego anuncia un programa para combatir la inseguridad pública, pero que se aplicará recién en 2027. Por tanto, hasta esa fecha, supongo, se va a seguir con el plan del gobierno anterior que tan duramente cuestionaron. Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, prohibió la exportación de ganado en pie por razones de dudosa razonabilidad, y a los pocos días, el Ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, anula dicha decisión, desautorizando a Fratti.
En otro ámbito, el gobierno anula la licitación del proyecto Neptuno que había sido firmada por el presidente Lacalle Pou, para asegurar la regularidad del abastecimiento de agua potable para la zona metropolitana; y hace un acuerdo con la misma empresa, en mi concepto ilegal, para reflotar el viejo proyecto de Casupá, en la cuenca del Santa Lucía, cuya concreción tiene serias observaciones técnicas, ambientales y sociales. En otro ámbito, el Ministro de Relaciones Exteriores Mario Lubetkin, elimina en los nuevos pasaportes, el lugar de nacimiento del titular. Como consecuencia, varios países lo rechazan, prohibiendo que los uruguayos puedan ingresar a esos países con ese tipo de pasaporte. Apremiado por la presión internacional, da marcha atrás, y cita a quienes tienen el nuevo pasaporte, que son nada menos que 17.000 personas, a que comparezcan a cambiarlo en forma gratuita, por uno igual al anterior. Eso le cuesta al Estado, U$S3.000.000, que obviamente pagaremos los contribuyentes.
Después, el gobierno hace un llamado a un nuevo “diálogo social”, desconociendo las normas aprobadas en el gobierno anterior, así como el rechazo al apoyo popular que ese acuerdo tuvo ante el referendo de la izquierda. Una decisión absurda. Aparte de eso, el actual gobierno decide no aplicar la LUC, y sube el precio de los combustibles pese a la baja histórica del precio del crudo a nivel internacional. Por otro lado, ASSE decide aumentar los salarios de ciertos jerarcas hasta en un 100%, y contratar nuevos cargos de confianza, lo que casi enseguida es dejado sin efecto por el escándalo público que la medida provocó. Después el presidente de ASSE Álvaro Danza, declara que, a ese organismo, el gobierno solo le dio el 12% de lo que solicitó. Y hay otros ejemplos de irregularidades y desprolijidades quesería largo de recordar.
A eso se suman las inseguridades que a diario demuestra el presidente Orsi en sus declaraciones, ante el requerimiento de los medios de comunicación. Todo esto ya tuvo una primera respuesta popular. En el correr de la semana, se hicieron públicas dos encuestas, que en nada favorecen al presidente Orsi, al demostrar una notoria disminución del apoyo a su gestión, de gran parte de la ciudadanía, incluyendo la de izquierda. Demasiados errores en tan solo seis meses. Mala señal para el futuro.