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Se define en casa: a la “U” le empataron de atrás y ahora toca esperar la vuelta en el Dickinson para saber quién será el rey del Interior

Universitario viajó a tierras maragatas buscando volver a Salto con la tranquilidad de saberse ganador de la ida. Y de alguna forma se puede decir que casi lo consigue, pues se terminaría yendo al descanso ganando 2 a 0.
El equipo dirigido por Alejandro Irigoyen demostró en los primeros 45 minutos por qué desea tanto su segunda orejona. La efectividad fue su carta de presentación: apenas a los 5 minutos, Gastón Barrientos conectó un preciso centro de Valentín Fornaroli para abrir el marcador con un cabezazo que dejó sin opciones a Bernardo Long. El goleador ex Saladero continúa así su racha anotadora en la competencia, convirtiéndose en una de las figuras más determinantes del torneo. La ventaja se amplió a los 36 minutos cuando George Dos Santos aprovechó una jugada confusa en el área. Tras una acrobática tijera de Fornaroli, el corpulento delantero remató con una media vuelta que se desvió en Fabricio Martínez, complicando al arquero local. Con este 2-0, Universitario parecía encaminado hacia una final de vuelta muy favorable en el Estadio Dickinson, hasta tal vez a algún hincha del rojo se le podría imaginar besando la copa.
Sin embargo, el segundo tiempo mostró la otra cara de la moneda. Paolo Parolin realizó ajustes tácticos que transformaron completamente a Río Negro. El ingreso de Diego de los Santos por Braian de León al inicio del complemento fue clave para darle mayor presencia ofensiva al equipo local. La presión alta y el juego más directo comenzaron a generar frutos.
El descuento llegó a los 57 minutos a través de Diego López, quien aprovechó un centro desde córner para cabecear con potencia. Tres minutos después se produjo la jugada más polémica del encuentro: Hamilton Pereira, el experimentado volante ex Peñarol y River Plate, ejecutó un córner que derivó en el tanto del empate. Christian Alba remató en el segundo palo, la pelota dio en el poste y cuando parecía ingresar completamente, el arquero Jorge Fleitas la rechazó, generando una controversia que dividió opiniones sobre si había cruzado la línea de gol.
La efectividad en pelota quieta fue determinante para la remontada del Cebrita. Ambos goles locales surgieron de córneres bien ejecutados, demostrando que en el fútbol del interior, las jugadas de balón parado pueden cambiar el rumbo de cualquier partido. Hamilton Pereira, con sus 36 años y su vasta experiencia en equipos de primera división, se convirtió en el cerebro de estas acciones ofensivas.
El final fue tenso, con tres expulsiones que caldearon el ambiente: Fabricio Martínez por Río Negro, y Junior Rodríguez junto al arquero suplente Jony Fleitas por Universitario. Estas tarjetas rojas dejarán a ambos equipos con bajas importantes para la final de vuelta del próximo domingo 3 de agosto en Salto.
Para Universitario, el empate representa un resultado valioso como visitante, aunque la sensación es que se dejó escapar una oportunidad de oro para sellar prácticamente el título. Para Río Negro, la remontada les devuelve la confianza y los deja con chances reales de conquistar su segunda Copa Nacional de Clubes, 34 años después de la primera.
La definición en el Dickinson promete ser apasionante, con ambos equipos llegando en igualdad de condiciones a una final que ya ha demostrado que puede ofrecer emociones hasta el último minuto.

Foto: Gastón Barrientos festeja en gol tempranero. Universitario sacó ventaja en el primer tiempo pero no lo pudo sostener. Todo se define en el Dickinson. Foto: Valentín Fernández.