Por la Dra. Esc. Alejandra Altamiranda
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El nuevo sistema de puntos que entra a regir a partir del primer semestre del año que viene para las licencias de conducir, apunta a cambiar la lógica del castigo económico por una de responsabilidad acumulativa. El espíritu que anima a la normativa, pareciera ser relativamente simple y sencillo de entender: “quien maneja bien, gana; quien infringe las normas, pierde”. Pero detrás de esa ecuación hay una apuesta más profunda, que consiste en educar a los conductores desde la consecuencia y no solo desde la sanción.
Según la normativa, los conductores que tramiten por primera vez su permiso ingresarán al sistema con ocho puntos, que podrán aumentar hasta un máximo de quince si no cometen infracciones. En cambio, quienes ya tengan licencia vigente empezarán con doce.
Las conductas más graves eliminarán los puntos y otro tipo de conductas restarán puntos. A modo de ejemplo: conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas y negarse a colaborar en el control, y las famosas “picadas”, eliminan por completo los puntos. En tanto otras conductas llevan a descontar puntos, tales como: usar el celular al volante, superar la velocidad permitida, conducir sin la categoría de libreta adecuada, participar en picadas o circular sin casco, cinturón de seguridad o sistema de cuidado infantil.
Si el puntaje llega a cero, la licencia se suspende por tres meses y el conductor deberá realizar de forma obligatoria, el Programa de Recuperación de Puntos. Quiere decir que, si el conductor llega a 0 puntos, su libreta queda suspendida. Deberá realizar un curso obligatorio de reeducación vial y con buena conducta, podrá recuperar puntos con el tiempo.
También podrá acceder a este programa de forma voluntaria una vez al año, o recuperar puntaje si pasa dos años sin infracciones.
Cabe referir que este programa de puntos no elimina el actual sistema de sanciones, sino que viene a complementar lo ya existente.
Cuando la infracción no permite identificar al conductor —por ejemplo, una captura por radar—, la responsabilidad recaerá sobre el titular del vehículo, quien tendrá diez días hábiles para informar quién estaba al volante. De lo contrario, la quita de puntos se aplicará directamente a su licencia.
Según datos que maneja la Unasev, el 77,4% de los conductores activos —más de 1,4 millones de personas— no cometen infracciones, y otro 20% lo hace sin que eso implique pérdida de puntos. La mayoría, entonces, maneja correctamente.
El sistema, más que punitivo, busca consolidar esa mayoría, esto es, aspira a eliminar las infracciones por completo. Claro está que la normativa hace un intento de reconocer que la seguridad vial no depende solo de la presencia de inspectores o cámaras, sino del compromiso cotidiano de cada conductor. Quizás por primera vez, manejar bien no solo evita multas, sino que podemos decir que, también suma.
En definitiva, se apunta a una nueva forma de conducir que promueva la responsabilidad frente al volante (conducción responsable ) y en forma concomitante se postula el castigo de las malas conductas (o faltas graves) con el objetivo de lograr más seguridad vial en todo el país.