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Recluso del INR-Salto falleció debido a leucemia aguda que no fue diagnosticada a tiempo

Por Adrián Canosa
Un interno de 32 años murió el miércoles en el Hospital de Salto tras presentar dificultades respiratorias. La autopsia reveló que padecía leucemia aguda sin tratamiento. La directora del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de Salto, María de los Ángeles Machado, confirmó que durante la tarde del miércoles 1° de octubre se registró el fallecimiento de un recluso de 32 años que había consultado por un aparente cuadro respiratorio. 
PROTOCOLO
El interno fue trasladado de urgencia al hospital donde finalmente falleció alrededor de las 20 horas, según informó la funcionaria. Machado explicó que el caso fue inmediatamente comunicado a la Fiscalía de Cuarto Turno, que dispuso la realización de la pericia forense correspondiente. Las muestras fueron elevadas al Instituto Técnico Forense para su análisis, manteniendo la directora reserva sobre los resultados hasta contar con el informe oficial.
CELERIDAD AL ACTUAR
El juez letrado de Ejecución y Vigilancia, Paulo Aguirre, proporcionó detalles completos del procedimiento seguido tras el deceso, aportando además su causa: leucemia aguda. Aguirre, quien mantiene contacto permanente con la dirección del INR "24 horas al día, 365 días al año", recibió la comunicación inmediata del fallecimiento. El recluso había ingresado al centro penitenciario el 20 de agosto del presente año por un delito de narcotráfico. Desde el lunes anterior a su muerte, presentaba placas en la garganta y se encontraba medicado. El miércoles, próximo a las 16 horas, manifestó malestar y dificultad respiratoria, solicitando atención en enfermería. El médico de guardia evaluó la situación como compleja y ordenó el traslado inmediato en ambulancia al hospital. Una vez allí, el paciente fue intubado para ingresar a CTI, donde falleció a las 20 horas aproximadamente.
PROCEDIMIENTO POSTMORTEM
Inmediatamente tras recibir la notificación, el juez Aguirre impartió cuatro órdenes específicas: llamar a los familiares, contactar al abogado defensor, solicitar autopsia forense a la Fiscalía y comunicar al Comisionado Parlamentario, según le comentó a CAMBIO. La autopsia se realizó en la mañana del jueves 2 de octubre, revelando que el recluso padecía leucemia aguda no diagnosticada ni tratada. Esta fue establecida como la causa de muerte, derivando en las complicaciones respiratorias que provocaron el deceso.
CONTRADICCIÓN 
EN FAMILIARES
El magistrado destacó una situación contradictoria por parte de los familiares. Mientras el miércoles exigían la realización de una autopsia, el jueves por la mañana se presentaron en el hospital pidiendo que no se efectuara el procedimiento forense. "Me llama poderosamente la atención cómo pueden existir dos pedidos contrapuestos, obviamente es un sinsentido, carente de lógica", expresó Aguirre, quien dispuso la autopsia inmediatamente sin que nadie se la solicitara por considerarlo el procedimiento correcto.
ÉNFASIS EN LA TRANSPARENCIA
Aguirre, con 11 años como juez penal y 11 años previos como oficial de policía, enfatizó que el caso se manejó "con absoluta transparencia, claridad y velocidad". "No es la primera vez que trato con situaciones delicadas como esta, y sé exactamente qué órdenes dar", señaló. El magistrado descartó categóricamente cualquier negligencia médica o carcelaria, explicando que tanto la asistencia médica como el traslado hospitalario y la autopsia se realizaron con la máxima celeridad. "No hay ningún manto de duda por ningún lado donde se lo mire", concluyó. El interno llevaba aproximadamente 40 días en el recinto carcelario cuando se manifestó la enfermedad que ya portaba sin saberlo, según estableció científicamente la pericia forense realizada.