Por Andrés Torterola
Tras las intensas movilizaciones de los vecinos de Nueva Hespérides y Corralito, y luego del análisis realizado por la Universidad de la República junto a diversas organizaciones sociales del departamento, el debate sobre la instalación de una planta de compostaje de residuos orgánicos vuelve a la Junta Departamental de Salto, esta vez a instancias del edil frenteamplista Mateo Yaque.
INTERVENCIÓN
En su intervención, el legislador departamental aclaró que no se discute la necesidad de contar con una planta de este tipo en Salto, sino que lo cuestionado es la ubicación elegida. Señaló que el proyecto se pretende instalar en pleno cinturón hortifrutícola, donde se producen frutas y verduras frescas destinadas tanto al consumo local como a la exportación. Yaque subrayó la relevancia de los suelos de esa zona y advirtió sobre la fragilidad del acuífero, que es superficial y altamente vulnerable. En este sentido, alertó que cualquier posible filtración de lixiviados podría comprometer la inocuidad de los alimentos y, en consecuencia, poner en riesgo la salud de la población.
HUBO ANTECEDENTES
El edil afirmó que los vecinos han manifestado con claridad las consecuencias negativas que generaría la instalación de la planta de compostaje en ese lugar: olores permanentes, proliferación de moscas y roedores, además de la complejidad que implica su cercanía con la Escuela Nº 35, el aeropuerto de Nueva Hespérides y caminos rurales ya saturados de tránsito. Recordó, además, que en 2008 hubo un antecedente negativo en esta misma zona, cuando una empresa dedicada al tratamiento de residuos de frigorífico provocó olores que fueron inmediatamente denunciados. Yaque subrayó que este no es un planteo aislado de un sector, sino una postura que trasciende lo partidario. Señaló que en el período de gobierno anterior todos los ediles se pronunciaron en contra de la instalación y que en la actual administración persiste el mismo consenso. “Más allá de las diferencias políticas, existe acuerdo en que una planta de estas características no puede ubicarse en una zona productiva y habitada”.
RESPUESTA CLARA Y FIRME
El edil sostuvo que lo que corresponde en esta etapa es que la empresa asuma la responsabilidad de evaluar alternativas de ubicación para la planta, atendiendo a las particularidades productivas y sociales del departamento. En este sentido, consideró imprescindible que el Ministerio de Ambiente brinde una respuesta clara y firme, teniendo en cuenta los planteos que desde hace más de un año vienen sosteniendo los productores y las familias de la zona. Yaque subrayó que el proceso aún se encuentra abierto a observaciones públicas, lo que constituye una oportunidad para que la ciudadanía haga oír su voz y participe en la defensa de un territorio que es fundamental para la producción de alimentos. “Este es un tema que requiere definiciones urgentes, porque se trata de cuidar la salud de la población y garantizar la sostenibilidad de la producción hortifrutícola de Salto”.
