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El mundo de hoy

Por Gustavo Varela
Se está desarrollando en estos momentos la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de New York, donde hay una puja muy grande focalizada principalmente en el problema Israel-Palestina.
Las expectativas mundiales giran en torno al concepto “genocidio”, y vemos que día a día van subiendo al estrado los distintos presidentes de los 193 estados miembros, y cada hinchada festeja como victoria, cuando los mandatarios se inclinan por algunos de los lados.
Es totalmente lamentable dicha escena, ya que no puedan ponerse de acuerdo en frenar las disputas cuando se les está pagando para que lo hagan.
Eso ha llevado al descrédito  con que la gente mira el ridículo ámbito de discusiones, lo que  termina siendo casi un programa chimentero argentino de la tarde.
Que si un presidente pudo hablar, o no pudo subir una escalera, la forma de vestir, como se componen las diferentes delegaciones etc, son los temas recurrentes, y si uno mira las fotos de las sesiones, ve solitarias exposiciones, donde ninguno ocupa su lugar, y los pocos que así lo hacen, no escuchan ni prestan atención .
Es lamentable ver el funcionamiento del  mundo actual, donde las fuerzas ideológicas nos han encerrado en un brete del que es muy difícil de salir, pero en el que además derrochan recursos económicos, que están faltando en varios sectores.
El presupuesto de la ONU, asciende para el último año en U$S.3.500.000.000, que son aportados por los diferentes socios, y donde no se cuentan los costos de cada uno de los países para mover sus representantes hacia la sede de dicha organización, lo que agregaría 20 o30 veces más idénticas sumas.
Uruguay aporta U$S.2.500.000 por año a dicha estructura, a mas de los otros costos, y la foto del presidente Orsi dirigiéndose a la Asamblea, fue lastimosa, pues se pudo ver a 20 o 30 personas que estaban en el hemiciclo en ese momento, mirando más a sus teléfonos que al emisor. Resta decir que de las “figuras mundiales“, no se veía a ninguno.
Abro un paréntesis, para expresar que fue un muy buen discurso el de nuestro representante, aunque lamentablemente quede en el anecdotario.
Es parte del mundo superficial en el que estamos inmersos, donde manda más una foto que se derrame por las redes sociales, antes que un concepto que defina una postura.
Estoy convencido que estamos moviéndonos dentro de esos momentos pendulares extremos por el que atraviesa la historia, que culmina cuando el péndulo vuelve hacia el lado contrario, dándose un cambio de ciclo.
La clase de dirigencia política mundial está muy devaluada, por ahora seguiremos viendo fotitos y videos en las redes sociales, mostrándonos que están haciendo algo contrario a lo que cotidianamente hacen.
Por simple postura, para que le gente crea que son buenos, trabajadores, en definitiva, lo que hacen es vender humo.
Hay que tener fe.
El ser, a largo plazo, rinde mucho más que el parecer.