En un acto que reunió a autoridades nacionales, representantes del sector productivo y técnicos, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) firmaron un "Convenio de cooperación para la prevención del HLB", una enfermedad que amenaza la citricultura del país. El acuerdo, suscrito en la Estación Experimental INIA Salto Grande, marca un nuevo paso en la articulación de esfuerzos entre la ciencia, el Estado y los productores para frenar el avance de una plaga que ya afectó a los principales polos citrícolas de la región.
La ceremonia fue presidida por el Ing. Agr. Miguel Sierra, presidente de INIA; el Dr. Ing. Gonzalo Casaravilla, presidente de la Delegación Uruguaya ante la CTM de Salto Grande; Sergio Vázquez, en representación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); y Washington Guarino, presidente de la Unión de Productores y Exportadores de Frutas del Uruguay (UPEFRUY). Todos coincidieron en un mensaje central: Uruguay debe fortalecer la prevención para proteger su citricultura, una actividad que emplea a miles de personas y representa una parte significativa de las exportaciones agroindustriales.
Un compromiso de frontera
El Dr. Ing. Gonzalo Casaravilla explicó que el acuerdo surgió a partir de una solicitud directa del presidente de la República durante la inauguración de la zafra citrícola. "El presidente nos dijo: 'Salto Grande puede dar una mano'. Y nuestra respuesta fue inmediata: 'sí, queremos ayudar'", señaló. Desde entonces, CTM se involucró en una estrategia de concientización y comunicación sobre el HLB, una enfermedad causada por una bacteria transmitida por un insecto vector -la Diaphorina citri- y combatida por una avispa benéfica.
Casaravilla insistió en la importancia de explicar el problema en un lenguaje simple, sin tecnicismos que alejen al ciudadano. "Hay una bacteria, hay una mosca que transmite la bacteria y hay una avispa que combate a la mosca. Eso es lo que hay que explicar. Lo importante es que la gente entienda que la plaga avanza a la velocidad de un camión, porque el problema no viaja solo: viaja cuando alguien transporta una planta contaminada de un lugar a otro", advirtió.
El representante de CTM subrayó que la amenaza no se limita al ámbito productivo, sino que involucra a toda la sociedad. "Esto tiene que ver con la cultura, con la industria, con la salud y con la soberanía nacional. Son temas que definen cómo avanzamos como país. Por eso estamos aquí, porque sentimos la responsabilidad de aportar desde nuestro rol", afirmó.
Un enfoque interinstitucional
Por su parte, Sergio Vázquez, integrante de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del MGAP, destacó que la cooperación entre instituciones es clave para enfrentar una plaga que no respeta fronteras. "Llevamos dos años con el plan de monitoreo activo en el norte del país. Este convenio refuerza el trabajo, sumando un componente comunicacional que nos permite llegar a los productores, a las familias y a la sociedad en general", indicó.
El jerarca recordó que el Ministerio, a través de la DGSA, mantiene un sistema permanente de vigilancia y una red de barreras sanitarias en los puntos de ingreso al país. "El desafío del HLB no es solo técnico; también es de información y de responsabilidad compartida. Este acuerdo apunta justamente a eso: a fortalecer la conciencia y la acción colectiva", sostuvo.
Vázquez agregó que el convenio incluye la participación de las direcciones departamentales, la Unidad de Comunicaciones del MGAP y la propia CTM, con el objetivo de articular esfuerzos "para llegar de manera clara y directa a quienes están en el territorio, que son la primera línea de defensa frente al HLB".
La voz del sector productivo
El presidente de UPEFRUY, Washington Guarino, aportó una mirada desde el corazón del sector citrícola. "Este convenio nos da confianza para seguir adelante. El sector mueve mucha gente; solo en Salto trabajan unas 12.000 personas vinculadas a los cítricos, y detrás de cada planta hay familias, hay empleos, hay comunidades enteras", expresó.
Guarino advirtió que, si el HLB se instala en el país, "vamos a vivir momentos duros", y por eso celebró que CTM y el INIA se sumen al esfuerzo preventivo. "Uruguay no tiene un clima ideal, pero hemos logrado mantener el HLB fuera del sistema comercial. Sin embargo, sabemos que en muchos países la enfermedad avanzó rápidamente, y si se detiene la producción, el impacto social y económico sería enorme", alertó.
El dirigente recordó que Uruguay es reconocido internacionalmente por la calidad de su fruta y por su condición sanitaria. "Estamos en las góndolas de las principales cadenas de supermercados del mundo. Competimos con Chile, Perú y Sudáfrica, pero nuestro producto es apreciado. Los compradores nos esperan cada zafra. Por eso, mantener el estatus sanitario no es solo una prioridad del sector, es una prioridad del país", afirmó.
Guarino también destacó la importancia del respaldo institucional. "Cuando el Estado y la investigación están del mismo lado que los productores, los resultados llegan. Ojalá este sea solo el primer paso de una colaboración más amplia con CTM", señaló, subrayando que el futuro del sector dependerá de "cómo logremos sostener la sanidad y la competitividad en simultáneo".
Ciencia y desarrollo: el rol de INIA
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo del presidente de INIA, Ing. Agr. Miguel Sierra, quien remarcó que el convenio refleja la visión estratégica de la institución: vincular ciencia, empresa y políticas públicas para dar respuestas concretas a los desafíos del agro. "Los problemas hay que atacarlos en red, coordinando esfuerzos en el territorio. Este es un ejemplo de eso", afirmó.
Sierra explicó que el vector del HLB ya está presente en el norte del país, lo que exige mantener una vigilancia constante y acciones preventivas coordinadas. "Uruguay es un país pequeño, pero con realidades productivas distintas. En el norte, el riesgo es mayor, y por eso la investigación local es clave. Las estaciones experimentales existen justamente para aplicar ciencia en cada contexto", señaló.
El jerarca recordó el impacto devastador que el HLB tuvo en otras regiones. "En Florida, Estados Unidos, la enfermedad arrasó con la citricultura. No existe cura, solo estrategias que permiten ralentizar su avance, y por eso es tan importante la detección temprana y la prevención. En Uruguay, aún estamos a tiempo", enfatizó.
Sierra resaltó además la magnitud del sector citrícola nacional. "Estamos hablando de unas 20.000 personas empleadas y de 80 millones de dólares anuales en exportaciones. En los últimos diez años se invirtieron 150 millones de dólares en el sector, y una de las condiciones básicas para que esas inversiones llegaran fue que el HLB estuviera bajo control. Si esa situación cambia, la región pierde atractivo y se pone en riesgo toda una cadena de valor", advirtió.
Finalmente, el presidente de INIA agradeció a la CTM por su apoyo y reafirmó el compromiso de la institución con el país. "Nuestro rol es aportar ciencia al servicio de la competitividad y de las políticas públicas. Queremos que las decisiones estén informadas por la evidencia y que el Uruguay mantenga su liderazgo en sanidad y conocimiento", concluyó.